Las resinas realizadas adecuadamente no deben provocar ningún tipo de dolor o molestia y si esto ocurre es temporal. Hay casos, sin embargo, en los que el paciente sí siente dolor, lo cual ocurre por dos motivos. El primero y más frecuente es porque la resina quedo "alta" lo que impide una adecuada mordida que genera dolor e inflamación. El segundo motivo es porque la restauración o la caries se realizó a niveles profundos y cercanos al nervio dental. Ambos motivos son reversibles y de sencilla solución.

Ambos son materiales de reconstrucción dental. La amalgama está formada por diferentes metales como mercurio, plata, estaño y cobre esto la hace muy resistente y duradera pero debido a su color metálico es muy poco estética. Además algunos estudios aseguran que con el pasar del tiempo se van desprendiendo pequeñas partículas del material que son tóxicas para el organismo. Las resinas actuales son tan resistentes y duraderas como la amalgama y tienen una composición biocompatible o no tóxica para el cuerpo.

Si la resina se rompe o se cae es necesario acudir lo antes posible ya que la lesión en el diente quedará expuesta y podrás sentir molestias, además, deja espacio para que se acumulen alimentos y bacterias, lo que puede derivar en caries.